La ‘araña’ que conquistó América
Por Alejandro Cabra Hernández
Juan
Carlos Henao se encontraba de visita en Cali, en el recientemente inaugurado
hotel City Express, lugar en el que se hospedaba junto al resto de su equipo,
el Once Caldas, que en la noche de ese viernes 6 de noviembre buscaría la
clasificación frente al Deportivo Cali, en Palmaseca. Seguro, como en cada uno
de los más de 750 partidos en que ha estado sobre los tres palos, así estaba,
sentado mientras observaba el reconocido noticiero que el televisor del Lobby
del hotel tenía para ofrecerle.
Lejos,
en el tiempo pero no en su pensamiento y el de todos sus admiradores, quedaban
aquellos días defendiendo la casaca del Dinastía, extinto equipo de Riosucio,
occidental ciudad del departamento de Caldas. O aquellas atajadas a Cascini y a
Cángele, que le permitieron a él, la araña más manizaleña (sin serlo realmente)
de todas y a su equipo, el “blanco-blanco”, conquistar este continente. 
Tomaba
una taza de café, la cuarta del día, número alto teniendo en cuenta que apenas
eran las 11 de la mañana. La pantaloneta que usaba, alusiva al equipo que
representa, era un poco menos apretada y corta que las que suele utilizar cuando
debe cuidar su valla de los constantes envites de los delanteros contrarios, su
pelo lacio, que cuenta con diversos mechones amarillos, lucía también más corto
y brillante de lo normal. Así, como si de cualquiera de los ‘mano a mano’ que
se le han presentado en su vida se tratase, accedía a contestar las preguntas
de un joven hincha de su equipo, visiblemente ilusionado ante las respuestas de
su ídolo, porque si hablamos de esos, Juan Carlos Henao es titular indiscutible.
Juan Carlos, ¿cuál es el secreto para que, tan solo a un
par de meses de los 44 años y con más de 750 partidos como profesional encima
(602 solo con el Once Caldas) usted se mantenga vigente y pueda seguir
realizando atajadas como la que le hizo a Nájera, defensa de Nacional, en a fecha
9 del presente campeonato?
Un
secreto efectivo no lo tengo. La verdad, creo que soy un bendecido de Dios por
tener la posibilidad de todavía, casi a la edad de 44 años, estar vigente y
hasta renovando contrato por un año más con el Once Caldas. Indudablemente hay
claves muy importantes como el trabajo, el cuidado personal y la fortaleza
mental, porque nunca falta el comentario dañino o malintencionado y ante eso no
hay nada más que creer en las propias condiciones que se tienen como futbolista
y persona.
En 2009, jugando para Real Cartagena, a los 38 años, edad
superior a la de retiro promedio de un arquero, usted tuvo una rotura de
ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, lesión grave que lo tuvo
por fuera de las canchas por alrededor de 7 meses. ¿En algún momento creyó que
ese era el fin de su carrera deportiva?
Realmente,
sí. Creí que hasta ahí llegaba, pero, como mencioné anteriormente, hay que ser
muy fuerte en lo mental y tratar de recuperarse de la mejor manera siempre para
volver a trabajar. Lógicamente es importante contar con gente al lado que crea
en uno y esté dispuesto a darle la oportunidad. Soy bendecido por tener la
oportunidad de vivir todo esto todavía, que no es fácil, más teniendo en cuenta
que hay muchos a los que a los 30, 31 años o menos se les acaba la carrera.
Pero aquí estoy, a 43, en el equipo que amo.
¿Cuál ha sido el mayor apoyo en esos momentos difíciles?
Mi
familia, principalmente mis hijos Evelyn y Santiago, lógicamente mi señora  y los amigos más cercanos, indudablemente.
Amigos del fútbol que saben de las condiciones y que creen en uno. En los
momentos difíciles son pocas las personas que se acercan y te brindan su apoyo,
la mayoría prefieren alejarse y volver a aparecer cuando se han superado esos
percances.
¿Es la obtención del título de la Copa Libertadores, en
2004 con el Once Caldas, el mejor momento de su carrera deportiva?
Indudablemente,
por lo que significó, la Copa Libertadores es el mayor logro de mi carrera
deportiva.  Afortunadamente he tenido
muchos logros en mi carrera deportiva, como ganar el campeonato colombiano con
Once Caldas después de 53 años, en 2003 frente al Junior, o mantenerme
como  portero titular del equipo desde
fines del 93 hasta el 2004. Para mí no son más que muchas bendiciones.
¿Es la atajada a Franco Cángele, para obtener el título
continental frente a Boca Juniors, la mejor atajada de la carrera de Juan
Carlos Henao?
Es
la más especial por lo que significó. No fue la más difícil pero sí la más
significativa.
¿Qué sintió en el momento en que atajó ese penalti e hizo
al Once Caldas campeón de América?
La
verdad es muy difícil describir en una palabra todo lo que se sintió en ese momento.
Sentí mucha alegría por ver la gente disfrutar con el título. Recordé
inmediatamente a mi familia que es la que siempre me ha acompañado en cada uno
de los pasos como futbolista.
Su infancia se desarrolló en Manrique, un barrio popular
de Medellín que en los 80 era reconocido como muy peligroso, ¿Cómo hizo para no
caer en los vicios y los malos pasos que abundan en barrios marginales como
este?
Yo
crecí en un ambiente muy difícil y pasé muchas necesidades. Eso sí, nunca me
faltó el plato de comida gracias al apoyo de mis padres y mis hermanos, pero
indudablemente Manrique en ese tiempo era un barrio muy difícil, yo no tenía ni
con qué entrenar. Una bendición no haber caído en ninguno de los vicios con los
que a diario conviví durante mi crecimiento.
¿Cómo fue su paso por Dinastía de Riosucio, en 1991?
Ahí
prácticamente inicia mi carrera deportiva, yo había jugado antes en Pilsen, en
Medellín, pero con Dinastía inauguramos el torneo de primera B, debuto como
profesional y se hace un gran torneo. Fue una experiencia muy linda por la cual
pude llegar, en 1992, a las filas del Once Caldas.
¿Juan Carlos Henao nace o se hace como hincha del Once
Caldas?
Yo
me hago hincha del Once después de tantos años. Es el equipo que me dio la
oportunidad y con el cual he alcanzado mis más grandes logros. Aunque estuve en
Medellín hasta los 19 años nunca fui hincha de ninguno de los dos equipos
representativos de allá, sí me gustaban la selección Colombia y la selección
Antioquia.
¿Qué tan difícil es afrontar que después de haber sido
titular por tantos años, hoy sea suplente de José Fernando Cuadrado en el Once
Caldas?
Cuando
volví al equipo en el segundo semestre del 2010 el titular era ‘Neco’ Martínez,
mi intención era volver para quedarme radicado en Manizales. Pensé: “Si se me
da la oportunidad de jugar, bien, sino que se consolide Luis”. Venía a aportar
desde la banca o bajo los tres palos y es algo que en el equipo y en mi familia
siempre tuvieron claro. Ahora, por mi edad, quiero que Jose se consolide y que
siempre le vaya bien porque es lo mejor para el equipo.
Desde hace varios años se escuchan rumores de un posible
retiro de la actividad deportiva de Juan Carlos Henao, sin embargo, hace poco usted
firmó una renovación de contrato hasta el mes de diciembre de 2016. ¿Hay Henao
para rato o ya se acerca el retiro?
La
verdad el fútbol es mi vida. Yo me vengo retirando hace como 5 años (risas) y
cada vez sigo y sigo, por las mismas ganas y condiciones que aún tengo. La idea
mía era retirarme a fines de este año pero llegó el ‘profe’ Torrente y me
brindó su confianza, me dijo que me quería por un año más… y bueno, aquí estoy.
Entre gustos…
¿Cuál es la comida favorita de Juan Carlos Henao?
Yo
como de todo menos comida de mar, eso sí no. Lógicamente por la región de dónde
vengo, mi plato favorito es la bandeja paisa.
¿Y su bebida favorita?
Me
gusta mucho el café, especialmente en los días de concentración antes de los
partidos.
¿En qué estadio le hubiera gustado actuar?
La
verdad no me gusta mucho pensar en lo que pudo ser. Me siento satisfecho con lo
que he podido lograr en mi carrera y con los estadios que he podido visitar.
¿Y el mejor en el que ha podido actuar?
Hay
muchos. A ‘primerazo’ recuerdo el Morumbí, La Bombonera, Vila Belmiro o el
‘Pachencho’ Herrera, donde tuve la oportunidad de actuar con el Unión Atlético
Maracaibo. Siempre he tratado de disfrutar al máximo los partidos, sin importar
el escenario en que se den.
A estas alturas de su vida y de su carrera deportiva,
¿prefiere una ciudad como Manizales, su ciudad de corazón o una como Medellín,
en la que nació?
A
Medellín la quiero por ser el lugar en que nací pero después de tantos años en
Manizales hoy puedo asegurar que no la cambio por nada, la llevo en mi corazón,
sobre todo por el cariño que me tiene y que le tengo a toda la gente de la
ciudad. Si Dios me da la oportunidad, como hasta ahora, de quedarme allí
radicado, lo voy a hacer sin duda.
Unas cortas:
¿Qué apodo prefiere: La Araña o El Zarco?
La
Araña, es el apodo que me ha acompañado toda la vida.
¿Messi o Cristiano Ronaldo?
Los
dos son magníficos jugadores.
¿El mejor arquero del mundo?
Soy
admirador de Buffon y de Manuel Neuer.
¿Su ídolo cuando joven? 
Mi
referente siempre fue “El Loco”, René Higuita, sobre todo por la cercanía,
siendo él también de Medellín.
 @AC_BlancoBlanco en Twitter.
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario